Todo está cargado en la memoria, arma de la vida y de la historia. La memoria apunta hasta matar a los pueblos que la callan y no la dejan volar libre como el viento...
León Gieco
Por Nelton Rivera www.i-dem.org
Este 13 de Noviembre se cumplen 51 años de uno de los acontecimientos más importantes en la historia reciente de Guatemala, fue el 13 de noviembre de 1960 cuando un grupo de militares jóvenes se alzan en contra del general Miguel Ydígoras Fuentes, quien representó la cabeza de uno de los regímenes oligárquico militares de la época.
Con este hecho, se materializa el inicio de la lucha armada, el surgimiento de las Fuerzas Armadas Rebeldes –FAR- y una de las más largas luchas revolucionarias de nuestra América.
Convirtiéndose en uno de los referentes de lucha y resistencia de los pueblos en su mayoría quienes participaron fueron población maya y jóvenes también hombres y mujeres de las clases populares en todo el país, es parte importante de la memoria como pueblos.
Los oficiales jóvenes declarados en rebeldía, que posteriormente conformarían el movimiento MR-13 en 1962, cuestionaron fuertemente la violación de la soberanía nacional con la intervención norteamericana en 1954 y denunciaron al generalato que cobardemente había entregado el territorio en manos de mercenarios y empresas transnacionales como la United Fruit Company –UFCO-.
El MR-13 cuestiono el statu quo y las prácticas criminales del Movimiento de Liberación Nacional - MLN, quienes promovían la represión indiscriminada contra comunidades indígenas que habían sido beneficiadas con la reforma agraria, al mismo tiempo los oficiales rebeldes exigieron un gobierno verdaderamente democrático que respondiera a los intereses de todo un pueblo.
Denunciaron la persecución, secuestro y encarcelamiento de cientos de personas contrarias al nuevo régimen, denunciaron la preparación y entrenamiento de un ejército de anticastristas que se alistaban desde la finca La Helvetia para invadir Cuba desde territorio guatemalteco, en beneficio de los intereses del gobierno de Eisenhower de los Estados Unidos.
Para comprender de mejor manera el contexto en el que se desarrollaron los momentos previos y posteriores al alzamiento militar, es valiosamente necesaria la lectura del libro de Carlos Figueroa Ibarra, titulado “Paz Tejada Militar y Revolucionario” que nos permite comprender como se configuraba la Guatemala de esos años. La realidad política, económica, social del país en ese entonces así como la injerencia de los Estados Unidos y el contexto internacional en que se desarrollan los acontecimientos son narrados por el propio Carlos Paz Tejada.
Tal parece que la gesta rebelde de los oficiales también está presente en la mente de los sectores más conservadores y reaccionarios del país, quienes durante los años de guerra, impusieron su proyecto de acumulación y poder con el pretexto del anticomunismo y la guerra fría.
Este año, a propósito de ésta conmemoración resulta que ex militares y familiares de éstos aglutinados en la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala -AVEMILGUA-; hacen un llamado desesperado a a manifestarse en contra de la verdad y la justicia; casualmente en Guatemala se está sentando en la silla de los acusados a altos mandos del ejército para juzgarles por actos graves violaciones a los derechos humanos, delitos de lesa humanidad y genocidio.
Como ejemplo están los procesos contra el ex general golpista Efraín Ríos Montt ante la audiencia nacional española, contra del general golpista Oscar Mejía Víctores y Luis Enrique Mendoza, ex director de operaciones del Estado Mayor del Ejército (1982-1983), Héctor Mario López Fuentes, ex jefe del Estado Mayor de la Defensa y José Mauricio Rodríguez Sánchez, ex jefe de la Dirección de Inteligencia Militar.
La condena de 6,060 años en contra de ex kaibiles del ejecito por la masacre de la comunidad Dos Erres en el municipio de la Libertad, Peten en 1982. La condena de 150 años contra el ex comisionado militar Felipe Cusanero Coj, por la desaparición de cinco hombres y una mujer, de la aldea Choatalum, en Chimaltenango.
La detención del ex comisionado militar Lucas Tecu, junto a los ex patrulleros civiles Mario Julián Acoj, Eusebio Grave Galeano, y Santos Rosales García, por la ejecución de 268 personas en la aldea Plan de Sánchez, Rabinal, Baja Verapaz. La condena de 40 años de prisión contra Héctor Roderico Ramírez Ríos y de Abraham Lancerio Gómez, ex agentes de la Policía Nacional (PN), por la desaparición forzada del sindicalista y dirigente estudiantil Fernando García el 18 de febrero de 1984.
Falta aun que respondan los responsables de la desaparición de 45 mil personas, y los más de 250 mil asesinados por las fuerzas de seguridad del Estado y los grupos paramilitares integrados por la clase alta como el MLN, la mano blanca, el jaguar justiciero, el ejército secreto anticomunista, entre otros.
Cada una de estas condenas, reafirman la verdad de los testimonios de miles de personas que cuentan todos los hechos sucedidos en contra del pueblo durante la guerra en Guatemala, documentados años atrás por la Comisión del Esclarecimiento Histórico -CEH- y en el Informe de la Recuperación de la Memoria Histórica -REMHI-, también es posible comprobar muchos de estos hechos en el Proyecto de Recuperación del Archivo Histórico de la Policía Nacional –PRAHPN-.
Importante entonces conmemorar cada 13 de Noviembre y las jornadas de rebeldía y revoluciones en memoria de todas aquellas personas que dieron su vida por el sueño de transformar esta sociedad en una más justa.
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