Metro y medio cada uno
No hace mucho los conocí a los dos,
sobre sus ojos llevan la larga historia
de esas historias de dolores pasados,
de los dolores presentes,
de esos que vienen junto a empresarios
y transnacionales mierdas.
Metro y medio cada uno, él y ella,
trece historias que son su descendencia, ambos son conocimiento,
pero ella es la picardía total.
El abuelo rompió con sus manos la
gigantesca Kapzin, por donde pasan todos los días miles de personas,
seguramente en donde muchos se tomaron alguna pintoresca fotografía,
sin saber la historia de sufrimiento de aquellos que obligaron a
romper en dos esa gigantesca piedra.
La historia camina, se escribe, se
juntan las de ellos, la mía, los dolores presentes que llegan de la
mano de esas empresas de mierda.
Poco se sabe de esas historias, lo que
se alcanza a leer, se compra, con el dinero de quienes siembran
tanto dolor, comprar espacios, personas, funcionarios, gobiernos con
sus mentiras, son su falso e insostenible desarrollo.
Y esa historia es le de ellos, la suya,
la mía, la de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario